La Unión Europea y Estados Unidos reanudan este lunes las negociaciones para crear una de las zonas más grandes de libre comercio del mundo pese a las revelaciones sobre el espionaje estadounidense a sus aliados europeos.
Esta segunda ronda de negociaciones del Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión (ATCI) durará hasta el viernes. Medio centenar de funcionarios estadounidenses viajarán a Bruselas para reunirse con sus homólogos europeos.
El encuentro debía celebrarse en octubre pero se aplazó por el cierre de la administración en Estados Unidos.
Desde entonces, y en paralelo, las revelaciones del espionaje estadounidense que desde antes del verano socavan la confianza entre Washington y sus aliados, aumentaron con estridencia al divulgarse que los servicios de inteligencia de Estados Unidos habían puesto bajo escucha telefónica a al menos a 35 mandatarios, entre ellos la jefa del gobierno alemán Angela Merkel, así como a millones de ciudadanos europeos.
«El espionaje no es algo que evocaremos en el ATCI», indicó la semana pasada un funcionario europeo con acceso a las negociaciones, aunque reconoció que el «tema de la confianza se ha planteado».
Frente a esta situación los europeos no quieren retroceder en lo que califican de «línea roja»: la protección de datos personales. Uno de los temores es que se incluya en las negociaciones la transferencia de datos personales, que podrían ser explotados con fines comerciales por los gigantes de Internet estadounidenses.
Este tema «podría hacer descarrilar las negociaciones», indicó recientemente la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, en una visita a Washington.
El martes pasado, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, pidió a Europa que no deje que la polémica sobre las acusaciones de espionaje estorbe las negociaciones para crear «una de las fuerzas económicas más potentes del planeta».
Si se «habla de transferencia de datos, los de carácter personal, se hará según la legislación europea», indicó una fuente europea con acceso a las negociaciones. «En ningún caso el ATCI pone en peligro la protección de datos personales», añadió.