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Identifican a nieto de otra fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo

BUENOS AIRES, Argentina.- Una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo anunció el jueves que logró dar con el paradero de su nieto nacido y luego arrebatado a la madre, cautiva durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983).

El nieto, identificado como Martín, es hijo de Jorge Ogando y Stella Maris Montesano, integrantes del grupo guerrillero de izquierda PRT-ERP que fueron secuestrados en octubre de 1976 por miembros del Ejército y policías.

Fueron trasladados a un centro clandestino de detención, donde Stella Maris dio a luz a un varón en diciembre de ese mismo año. La pareja figura entre los desaparecidos bajo la dictadura.

Del niño nada más se supo hasta que en marzo de este año ya adulto se presentó en la sede de Abuelas porque tenía dudas sobre su identidad. Los estudios de ADN confirmaron que es el nieto de Delia Giovanola, madre de Ogando y una de las 12 fundadoras de Abuelas.

«Cumplí con mi hijo. Cuando se lo llevaron, hice la promesa de buscar a su hijo», dijo Giovanola en rueda de prensa en la sede de la organización en Buenos Aires.

Ogando y Montesano tuvieron a otra hija, Virgina, en 1973. La niña quedó bajo cuidado de su abuela Delia y la acompañó en la búsqueda incansable de su hermano hasta que se suicidó en 2011.

«Cuando se fue mi nieta le prometí buscar a su hermano. Hoy me siento realizada», destacó Giovanola, quien reveló que se comunicó telefónicamente con su nieto, ya que vive en el exterior.

No se dieron detalles sobre lo que sucedió con Martín Ogando luego de su nacimiento.

En general, los hijos de desaparecidos eran adoptados ilegalmente por miembros de las Fuerzas Armadas o allegados. En un histórico juicio contra el ex dictador Jorge Rafael Videla y otros ex militares, la justicia determinó en 2012 que durante la dictadura se ejecutó un plan sistemático de robo de niños y sustracción de identidad.

Según Abuelas, unos 500 niños fueron robados. Hasta el momento lograron recuperar a 118, incluido Martín.

«La abuela Delia ha caminado el mundo y la sonrisa se le va a pegar para siempre. Nuestra perseverancia, persistencia, nuestra tozudez y nuestro amor se premian. No fue la premiada solo Delia, sino todas las abuelas y el pueblo», dijo Estela de Carlotto, presidente de la organización.

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