Sudáfrica y el mundo cumplen hoy dos años sin Nelson Mandela, pero no hay una sensación de total ausencia.
Muchos hablan de Madiba -llamado así sencillamente-, como si de un momento a otro volviese a entrar por las puertas de Union Buildings como el padre de la nueva Sudáfrica.
Otros lo invocan cuando se piensa en proyectos y en lo tanto que queda por hacer en medio de una lección aprendida: el largo camino hacia la libertad no tiene retroceso.
«Mandela murió serenamente en su casa de Johannesburgo», expresó el presidente Jacob Zuma en un conmovedor discurso cuando dio a conocer la triste noticia aquel 5 de diciembre de 2013.