OAKLAND.- Al finalizar el Juego 5 de las Finales de la Conferencia Oeste entre Golden State Warriors y Oklahoma City Thunder (120-111), Stephen Curry fue contundente: «El juego 6 será uno de los más difíciles de nuestras vidas así que debemos estar listos», afirmó.
«Tenemos que ser nosotros mismos, crear momentos siendo nosotros. Será divertido», agregó.
Divertido será para el aficionado que no tenga el corazón en vilo por ninguno de los planteles en liza. Para el vencedor unánime del Jugador Más Valioso será un reto, el más importante de su carrera hasta el momento.
Escuchar durante toda la temporada que su equipo es el gran candidato a lograr el título hace que la tesitura en la que se encuentran los californianos sea complicada. Por el favoritismo, por la posibilidad de que su récord de 73 victorias quede inconcluso, carente del evento verdaderamente importante: el anillo.
El base recuperó el tono que había perdido en las dos derrotas ante el Thunder en el Cheseapeake Arena. Fue el máximo anotador de su equipo con 31 puntos y se mostró más agresivo de cara a canasta. Sus penetraciones fueron constantes y le ayudaron a anotar un total de 15, su máximo de la serie. Nueve de ellos los logró en el segundo tiempo. El último periodo dejó a un Curry extramotivado que alcanzó 12 puntos que pusieron en pie por enésima vez al respetable asistente al Oracle Arena.
«Creo que el esfuerzo fue bueno. Todavía podemos jugar mejor, por supuesto. Aún hay un par de posesiones que regalamos con pérdidas de balón, especialmente en transición, cuando les paramos en ataque y tuvimos ventajas desaprovechadas. Creo que cometimos muchas faltas en los momentos menos oportunos», apuntó Curry.
El nivel de intensidad que mostraron los Warriors en el Juego 5 en Oackland fue distinto al de los dos juegos anteriores. Jugar en casa les ayudó a mantener el acelerador a fondo cuando más acechó el Thunder. Al final del último periodo, el propio Curry logró una canasta clave y se dirigió al público insistiendo a gritos en que saldrían vivos de ésta.
«¡No nos vamos a casa!», esgrimió en dos ocasiones. Y es que esa intensidad es consecuencia de la serie de playoffs más sentida que ha vivido el armador.
«Sí, obviamente por todo lo que nos estamos jugando. Nosotros jugamos mejor cuando nos divertimos. En OKC jugamos como si estuviéramos estresados y se notó. Debemos estar sueltos, ser nosotros mismos, divertirnos, aprovechar lo que hacemos. Sentó bien el tener una actuación a un nivel alto. Debemos embotellar ese gozo y llevarlo en el avión mañana a OKC y estar listos para el sábado. Será una atmósfera eléctrica. Estamos listos para el reto», agregó.
Los dos encuentros pasados ante el Thunder como visitantes mostraron a unos Warriors contra las cuerdas que no fueron capaces de exponer sus mejores virtudes en territorio enemigo. Curry, concretamente, ha estado en el foco de todas las críticas debido a las especulaciones sobre su estado de forma.
En las dos últimas derrotas alcanzó 43 puntos a raíz de 13-de-37 en tiros de campo y 5-de-21 en triples. No apareció en los momentos oportunos y la combinación de impotencia defensiva y desatino ofensivo (unido a la desconcentración de Draymond Green) provocó que los Warriors perdieran por una diferencia de 24 puntos el martes pasado y de 28 el domingo. La duda es si ahora, cuando vuelven a jugarse el todo por el todo después de salvar los muebles en casa durante el Juego 5, podrán desplegar su mejor versión como visitantes, ésa que todavía no se ha visto durante esta serie.
«Cuando el equipo de casa vive rachas de 6-0 u 8-0 la adrenalina es increíble. También es divertido ganar en la carretera cuando eres capaz de callar a esa afición. Eso es más difícil de hacer. Por eso es tan importante asegurar la ventaja de campo en la temporada regular, porque usualmente se juega mejor en casa», argumentó Curry.
En este momento, los Warriors necesitan recuperar la ventaja de campo si quieren pasar a las Finales de la NBA por segundo año consecutivo. Sólo así serán capaces de salvar la temporada, de lo contrario, ni el superar el récord de Chicago Bulls con 73-9 en balance de victorias y derrotas, ni lo logrado durante la campaña regular servirá de nada.
