Opinión

El hermano Blas Peralta afirma conoció a Cristo

El hermano Blas Peralta,
quien tuvo una epifanía,
aclama con alegría,
desde la cumbre más alta,
al dios que lava sus faltas
y lo lleva al camposanto,
librándolo del quebranto
que está llevando en su pecho,
de haber matado al asecho,
al rector que quiso tanto.

Mis pecados son lavados
con la sangre del Señor
y en la muerte del rector,
mis hechos sean consumados
Ya en Cristo yo estoy salvado
y que al Señor sea la gloria,
pues si queda en mi memoria
un chin de remordimiento,
créanme que lo lamento,
pero eso ya, es otra historia.

Hoy yo predico con fe
la palabra del Señor,
y un instrumento de amor
en sus manos yo seré.
A Dios, yo mi alma entregué
y de su gloria me visto,
y en su ejército me enlisto,
proclamando con fervor:
Que por matar al rector,
hoy he conocido a Cristo.

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