La fiesta fue en el Teatro Nacional
Santo Domingo, RD.- La dinastía Rosario integrada por Rafa, Toño, Luis y Tony, celebró la noche del sábado en la Sala Carlos Plantini del Teatro Nacional sus 40 años de la formación de una de las orquestas de mayor tradición en República Dominicana. El video adjunto muestra algunos momentos que quedaron registrados en la celebración.
Este es un año de regocijo para la familia de Los Hermanos Rosario, según se vislumbra. Se cumplen cuatro décadas de la formación de esta orquesta, que es sinónimo de unidad y de indiscutible calidad musical.
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Previo a la celebración, Rafa Rosario había ofrecido las siguientes declaraciones al periódico El Caribe:
“Cuando nosotros ofrecimos el primer espectáculo en el Ayuntamiento Municipal de Higüey, un día primero de mayo de 1978, jamás pensamos que íbamos a llegar a esto. Cómo puede uno pensar enllegar a 40 años en un ejercicio como este, de la música, y seguir en el lugar tan importante y trascendente que estamos”, expresó Rafa Rosario.
Para el líder de la agrupación, que también integra a los hermanos Tony y Luis, no hay nada mejor que la permanencia y ser un referente en la industria discográfica generación tras generación.
“El saber que tú vas a un espectáculo y en cada oportunidad hay gente que te recibe como si te conociera por primera vez, es bueno. Tanta gente encima de nosotros, jóvenes, personas mayores, pidiendo autógrafos, tomándose fotos (…) que no puede uno estar un momento tranquilo; gracias a Dios, eso es muy gratificante y nos da mucha satisfacción ver que durante 40 años, generaciones que nacieron con nosotros, hijos de ellos, otras que han nacido, nos aplauden, nos buscan”, dijo.
La clave de la permanencia, además de sumar siempre a la calidad musical, es “andar con los pies puestos sobre la tierra” sin importar el éxito que se obtenga.
Pero no todo ha sido fácil en la marcada historia de esta orquesta. Primero, el asesinato de Pepe, su fundador, el 18 de marzo de 1983, fue un duro golpe que marcó la vida del resto de la familia y puso en juego la continuidad del proyecto de merengue. “Su presencia aún está latente (…) fue el iniciador, el que más pensó en esto y nos dejó su legado para seguir adelante. Pepe era tan joven (21 años) y lleno de sueños. Siempre que hablo con mis hermanos, digo que él fue como el mártir para que esto fuera realidad y eso es algo que no quisiéramos ni pensar, pero así es la vida”, expresa Rafa con la voz entrecortada.
Otro de los momentos difíciles fue la partida de Toño, justo cuando era el intérprete de los temas pegados que promovía la orquesta. Sin embargo, sus demás hermanos entienden que con la separación de “El Cuquito” ganó el merengue y la familia. “Una vez estaba cabizbajo, antes de una presentación, y mi mamá Aura, que fue la mujer de la palabra, me dijo: -no te preocupes porque Toño haga falta; todo va a estar bien y él va a seguir adelante también; no se me aflijan y pa’lante-”, recordó Rafa, quien dijo que pudo enfrentar la situación de la ausencia de su hermano con temas que grabó desde la primera producción de 1981, uno de ellos “Bonifacio” o “El lápiz”, que ha sido el buque insignia de los Rosario.
Tras la salida de “El Galáctico”, como también se le conoce a Toño, otro hecho que también le dio bastante duro al resto de los hermanos fue la separación de Francis, una pieza visual importante del grupo que “aderezaba” las presenataciones con su baile. Al pasar balance, el líder de “Los Dueños del Swing”, nombre que le puso Rafael Pina (padre del productor urbano boricua Raphy Pina) en su primera gira promocional por Puerto Rico, entiende que estos 40 años “los podemos resumir como de éxito familiar”, porque todos han vivido de la música.
