SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Ninguna institución en el país está ordenada por ley a verificar y dar seguimiento a las instalaciones de gas licuado de petróleo (GLP) que se conectan en automóviles públicos o privados, porque no existe una norma que regularice su uso, informaron directivos de la Asociación Nacional de Detallistas de Gasolina (Anadegas).
Como “chivos sin ley” trabajan las personas que instalan el sistema de gas en los vehículos de motor. Aunque están claros del riesgos a que someten a sus clientes con la simple equivocación de un detalle en la operación, según explicaron algunos de ellos a NCDN.
Se estima que más de 18,000 carros públicos y superiores a los 25,000 autobuses del transporte público y privado circulan con GLP. “Y peor aún, cuando la mitad de los choferes de carros públicos del país usan el tanque de gas de cocinar en el vehículo para salir a conchar”, explica Juan Ignacio Espaillat, ex presidente de Anadegas.
Estadísticas del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional revelan que las emergencias por incendios en vehículos con malas instalaciones de GLP en la capital tuvieron frecuencia de una cada tres, ya que fueron reportadas 142 durante 2012, aunque se asume que los incidentes suceden casi a diario, debido a que muchos de éstos no son denunciados y son resueltos por los propios conductores o personas que les asisten en la vía pública.
La ausencia de órgano vigilante facilita la proliferación de los sistemas de GLP informales y el mal manejo en los tanques.
