El príncipe de Asturias será proclamado nuevo rey de España por las Cortes Generales españolas (Parlamento), en las que se prevé que obtendrá un amplio respaldo que permitirá culminar el proceso de sucesión de forma rápida.
Fuentes de la Mesa de la Cámara baja indicaron a Efe que el próximo 18 de junio será proclamado rey Felipe de Borbón, de 46 años y quien sucederá a su padre, Juan Carlos I, dando inicio a un nuevo periodo de la monarquía española.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, no quiso confirmar la fecha y puntualizó ante los periodistas que el acto de proclamación se preparará teniendo en cuenta los «deseos» de la Casa Real, una vez que se apruebe el proyecto de ley de abdicación.
El rey Juan Carlos I, de 76 años, anunció el lunes al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, su decisión de poner fin a su reinado de 39 años y abdicar en su hijo para abrir así «una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación», según dijo el monarca poco después en un mensaje dirigido a la nación.
El anuncio, que sorprendió a la mayor parte de los españoles, ha puesto en marcha el mecanismo previsto por la Constitución para sucesión monárquica, un proceso que culminará con la proclamación de Felipe VI por as Cortes Generales reunidas en el Congreso de los Diputados, en Madrid.
Así, el Gobierno español celebró hoy una reunión extraordinaria para elaborar el proyecto de ley orgánica que hará efectiva la abdicación de Juan Carlos de Borbón.
La propuesta legislativa fue enviada poco después a la Mesa de la Cámara baja -órgano de dirección del Congreso de los Diputados-, que la admitió a trámite de forma urgente y que previsiblemente obtendrá una amplia aprobación parlamentaria, con toda probabilidad, la víspera de la proclamación.
El proyecto de ley es probable que cuente con más de 300 de los 350 votos de la Cámara baja y se prevé que también tendrá el apoyo de la gran mayoría del Senado.
Al final del trámite parlamentario, Juan Carlos I firmará la Ley Orgánica de abdicación en una solemne ceremonia en el Palacio Real, en Madrid, que tendrá lugar la víspera de la proclamación del nuevo rey y en la que estarán representados los distintos poderes del Estado, indicaron hoy fuentes de la Casa del Rey.
En su reunión extraordinaria, el Gobierno español aprobó también una declaración institucional en la que afirma que sin el «impulso y liderazgo» del rey, la transición democrática en España tras el franquismo «no habría sido posible».
«Si España es hoy un Estado de Derecho, moderno y democrático, que ha logrado alcanzar altas cotas de bienestar social y protagonismo en Europa y en todo el escenario internacional, se debe, en gran medida, al reinado de Don Juan Carlos I», según la declaración.
El Ejecutivo -del Partido Popular (centroderecha), que cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento- manifestó su convencimiento de que la vocación de servicio a España del futuro rey le permitirá fortalecer la monarquía.
La portavoz del partido socialista (PSOE) – la mayor fuerza de la oposición- indicó que su formación apoyará el proyecto de ley orgánica que hará efectiva la abdicación del rey.
El rey Juan Carlos y su hijo aparecieron hoy juntos en público por primera vez desde que el monarca anunciara su abdicación. Ambos se mostraron relajados y sonrientes durante una ceremonia militar celebrada en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, cerca de Madrid, a la que han asistido los jefes de Estado Mayor de Tierra y del Aire.
En una audiencia posterior, el rey se mostró muy agradecido por las muestras de cariño que está recibiendo y reconoció sentirse «emocionado» por el afecto de los españoles.
Uno de los efectos que acarreará la abdicación del rey será la pérdida de su inviolabilidad, reconocida por la Constitución, cuando su hijo asuma el trono, así como la salida de sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, de la Familia Real, para pasar a ser «familia del Rey».
Miles de personas, muchas de ellas enarbolando la bandera de la república, se manifestaron anoche en el centro de Madrid para pedir la celebración de un referéndum sobre la continuidad de la monarquía en el país, lo que también reclaman los partidos de ideología republicana.
