La Policía ha comenzado en las últimas horas un registro en la finca de Castrillo de los Polvazares, pequeña localidad leonesa muy próxima a Astorga, en la que reside el principal sospechoso de la desaparición de la peregrina norteamericana Denise Thiem, ocurrida en esa zona el pasado Domingo de Resurrección. Se trata de una extensión de terreno muy amplia, y por tanto ideal para ocultar un cuerpo, mientras que la vivienda es muy pequeña.
El registro en la finca se realiza con la autorización de la juez que investiga el caso, que está bajo secreto de sumario. En él están participando agentes de la Comisaría General de Policía Científica, que buscan rastros de la mujer, y perros especializados en la búsqueda de personas, ya que el cuerpo, de encontrarse en este lugar, podría estar enterrado.
Las fuentes consultadas por ABC precisaron que en las últimas semanas se redujo el abanico de sospechosos a tres, aunque las pesquisas se han centrado sobre el propietario de ese terreno, que llegó a la zona hace aproximadamente ocho años y que vive solo. Se trata de un individuo que apenas se relaciona con sus vecinos, con un carácter fuerte y que desde hace unos días se encuentra en paradero desconocido. Las fuentes consultadas insisten en que no se puede decir que ha huido, porque no había orden de detención, aunque lo cierto es que la presión policial puede haber influido en su decisión de poner tierra de por medio.
Sobre este sujeto ABC ha podido saber que su perfil encaja con el de la persona que la Policía buscaba como responsable de la desaparición de la peregrina, el pasado 5 de abril. De hecho, en su historial hay algún episodio de violencia contra una mujer -no guardan relación con violencia de género ni son de índole sexual-, aunque no tiene antecedentes delictivos. Algunos vecinos afirman que se dedicaba a molestar a las peregrinas que recorrían el Camino de Santiago.
El registro de la finca de este individuo se está complementando con el despliegue en Castrillo de los Polvazares de 300 policías nacionales y militares de la UME, que tienen como misión examinar un centenar de pozos. Las fuentes insisten en que no se trata de una búsqueda aleatoria, sino que se ha acotado esa zona porque en función de los datos de la investigación es en la que hay más posibilidades de que se encuentre el cadáver de Thiem.
Este dispositivo de búsqueda no está relacionado en modo alguno con el interés mostrado en el caso por el senador norteamericano Jhon McCain, quien sugirió en una carta enviada a Mariano Rajoy que el FBI colaborase en las investigaciones. Lo cierto es que el enlace en España de ese Cuerpo policial estadounidense viajó a León hace meses para interesarse por las investigaciones. Se le explicó entonces qué es lo que se estaba haciendo y mostró su absoluta satisfacción por el trabajo de la Policía española, con la que además mantiene excelentes relaciones. Asimismo, en todo momento los responsables del caso han informado a la Embajada estadounidense de las novedades de las pesquisas, como sucede siempre que se producen casos como éste en los que están implicados ciudadanos de cualquier país.
Denise Thiem despareció el Domingo de Resurrección cuando se disponía a cubrir una etapa de apenas 14 kilómetros del Camino de Santiago. No llevaba teléfono móvil y peregrinaba en solitario. La resolución de esta desaparición es prioritaria para la Policía.
