Noticias

Las presiones de la Santa Sede para acabar con el embargo a Cuba

Las sanciones económicas son el último obstáculo para la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana.

El Papa ha pedido que se acaben, la Casa Blanca se ha declarado favorablemente, pero se necesita el voto en el Congreso, para nada descontado. La diplomacia vaticana trabaja para obtener un resultado positivo

Si el papel de la Santa Sede en la histórica reapertura de relaciones entre Estados Unidos y Cuba fue relevante, tal y como han señalado repetidamente los mismos protagonistas de las negociaciones, hay un aspecto todavía pendiente en las complejas negociaciones y que es decisivo: la superación del embargo económico que pesa sobre la isla desde 1960 (la medida fue ajustada y ratificada definitivamente por el presidente Kennedy en 1962).

El Papa se ha expresado a favor de la eliminación de las restricciones económicas y comerciales; el mismo Barack Obama ha afirmado la propia intención de borrar el último obstáculo que separa a Washington de La Habana. Sin embargo, para llegar al final del embargo se necesita un voto en el Congreso y, para la Casa Blanca en las circunstancias actuales, obtener un consenso parlamentario es más complicado que regularizar las relaciones con Cuba.

Por ello, la Santa Sede está desplegando desde hace tiempo presiones constantes sobre la administración de Obama y sobre la opinión pública de Estados Unidos, para que se pueda afrontar y resolver finalmente esta cuestión.

Tomado de Vatican Insider

Más noticias