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Equipos de Brasil y EEUU inician pesquisa sobre zika

JOAO PESSOA, Brasil.- Equipos de personal sanitario estadounidense y brasileño se aventuraron a peligrosas favelas, se enfrentaron a un tráfico endemoniado y sufrieron lluvias torrenciales en el primer día de su proyecto para determinar si el virus del zika hace que los bebés nazcan con un defecto de nacimiento que afecta al cerebro.

Cada uno de los ocho equipos cuenta con un «detective de enfermedad» de los centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y tres trabajadores sanitarios brasileños. Todos ellos empezaron a trabajar el martes en Paraiba, un empobrecido estado del nordeste de Brasil que es uno de los epicentros de los brotes paralelos del zika y la microcefalia.

Su objetivo es persuadir a unas 100 madres de niños nacidos hace poco con el defecto para que participen en el estudio. También necesitan la participación de entre dos y tres veces más madres de las mismas zonas que tuvieran hijos sin microcefalia en la misma época.

El estudio pretende determinar si el gobierno brasileño está en lo cierto al sospechar que el zika puede causar la microcefalia, o como si dicen cada vez más médicos en Brasil y el extranjero, el virus contagiado por mosquitos no tiene la culpa o sólo es responsable parcialmente.

La tarea en apariencia sencilla de localizar a las madres y sus hijos chocó el primer día con atascos de tráfico, problemas logísticos y mal tiempo, aunque los equipos siguieron adelante con estoicismo.

«Obviamente, hemos visto los problemas de logística: poder llegar a las familias, tenerlas aquí», dijo la doctor Alexia Harrist, pediatra de Boston que trabaja en el Servicio de Inteligencia de Epidemias del CDC. «Si las cosas llevan más tiempo, llevan más tiempo, pero creo que todos estamos muy comprometidos con conseguirlo».

Janine dos Santos, de 23 años y exempleada de una fábrica de toallas, comparte su casa con su madre, sus dos hermanos y sus dos hijos, incluido Shayde Henrique, que nació en noviembre con la pequeña cabeza y el daño cerebral provocados por la microcefalia.

«No esperaba ver a tanta gente», comentó Santos al ver la visita del equipo investigador, que según dijo renovó sus esperanzas de comprender lo que le ocurrió a Shayde. «No sólo yo, sino todas las madres, queremos comprender qué misterio hay detrás de todo esto, ¿qué causa la microcefalia en realidad?».

Los organizadores del estudio esperan que reunir todos los datos lleve un mes, pero admiten que el proceso podría alargarse. Filtrar todos los resultados de los extensos cuestionarios y los análisis de sangre a niños y madres podría llevar varios meses más.

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