En diversas ocasiones he resaltado la importancia de la manufactura en el desarrollo nacional. Esa actividad promueve procesos productivos que exigen un mayor nivel de conocimientos, lo cual eleva el nivel de ingreso promedio de los trabajadores.
Lamentablemente, el sector industrial dominicano ha estado perdiendo participación en el producto interno bruto. En un comentario de octubre de 2013, afirme que desde 1998 se observa una tendencia a la desindustrialización que se manifiesta en la caída del empleo en el sector manufactura, el cual bajó de un 18.4% en 1998 a un 10.4% en 2012. Lamentablemente, actualizando ese comentario se puede afirmar que la tendencia sigue siendo negativa, colocándose el empleo de la actividad manufacturera en un 9.98% hacia el año 2015.
El profesor Dani Rodrik, de la Universidad de Harvard, sostiene que la desindustrialización prematura es muy negativa. Y coloca como ejemplo a Brasil, India y China cuyo empleo en esa actividad comenzó a descender después de alcanzar niveles máximos de 12% a 15%.
La India quiere revertir esa situación para lo cual, tal como afirma el brillante economista dominicano Gustavo Volmar en su artículo “Make in India”, el gobierno de ese gigantesco país ha lanzado un programa para promover la manufactura de productos y elevar la participación del actual 16% a un 25% en 2022.
La República Dominicana debe promover un programa similar: Hecho en Dominicana. Si se desea elevar el ingreso de la población de forma acelerada es indispensable fortalecer la manufactura, al mismo tiempo que se desarrolla la economía basada en las nuevas tecnologías de la información.
