Opinión

Reflexiones con mis hijos sobre la tauromaquia y la monarquía

Dos GRANDES contradicciones educativas

Desde que me volví papá decidí jamás forzar a mis hijos a seguir una religión, con el objetivo de que ellos mismos formen su criterio, pero siempre siguiendo las más básicas y fundamentales normales morales y de bienestar social, como el respeto, honradez, etc.

Desde hace algún tiempo he sido muy enfático en que todas las personas son iguales, independientemente de su clase social, color, creencias, etc.

De igual forma, les inculco constantemente la necesidad de cuidar el medio ambiente y de no ser cruel con los animales.

Creo que enseñarle eso, entre otras cosas a mis hijos, es positivo. ¿Alguien podría discutir/debatir lo contrario?

¡NO! (Tendría que ser un loco para decirme que educar a mis hijos con dichas enseñanzas es malo.)

Ahora bien, ¿qué pasa cuando mis hijos ven en la televisión un “acto público” en el que un señor disfrazado de arlequín le ensarta dos espadas a un toro y todo el público le aplaude?

O, de igual forma, ¿qué pasa cuando mis hijos ven en la televisión a una persona besándole la mano a otra por ser “Rey” o “Reina”, además de llamarle “Su Majestad”?

Entonces…

En repetidas ocasiones he tenido debates/discusiones con personas que defienden la tauromaquia, argumentando que es una tradición, arte y hasta entretenimiento.

De igual forma, muchas personas me han tratado de convencer de que la figura de un Rey y/o Reina es necesaria para muchas culturas, algo que pudiera entender mejor, a pesar de que jamás podré considerar que alguien es superior por su apellido, sangre y/o cualquier razón que “justifique” la existencia de una figura que está por encima de todos.

Pensemos, en la democracia los gobernantes son elegidos por voto del “pueblo”, pero en las monarquías no hay dicha elección, suponiendo que fue “la mano de Dios” que los puso en el trono.

Por lo tanto

  • ¿Es lógico/prudente explicarle a mis hijos que es correcto maltratar/torturar a un animal por motivos de una tradición?

Si ese fuese el caso, entonces tendría que defender la segregación racial que se dio hasta mediados del siglo XX u otras prácticas poco éticas e inhumanas que se han llevado a cabo en la historia, lo cual sería -también- absurdo.

  • ¿Es lógico decirle a mis hijos que una persona es superior a otra y que le tengamos que llamar “Su Majestad” por tan solo haber heredado un “título”?

Conclusiones

  • Prefiero apegarme a la teorías modernas de educación a tener que explicarle a mis hijos que en la vida hay excepciones para torturar a un animal y que si hay seres humanos superiores a otros.
  • NO hay forma coherente de explicarle a mis hijos que la tauromaquia y la monaqrquía son aceptables bajo las nuevas tendencias educativas.

La humanidad ha avanzado gracias a que muchas “tradiciones” que son negativas han sido prohibidas, de lo contrario seguiríamos viviendo en la época de las cavernas en las que era tradición que un hombre tenía que luchar con otro (hasta matarlo) para ser el “líder”.

Prefiero explicarle a mis hijos que la monarquía y la tauromaquía son prácticas negativas que -como sociedad- hemos fallado en dejar atrás.

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