La mujer solo busca llamar la atención del hombre y realmente desea que continúe la insistencia
Santo Domingo RD.- Un estudio realizado por el Instituto de Genero de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y Oxfam, reveló que el 81 por ciento de la población joven en República Dominicana, aseguran que cuando una dama se niega a sostener una relación sexual, realmente si desea que el hombre continúe insistiendo.
Imagínate que caminas por la calle, hacia tu casa, trabajo o universidad y un grupo de hombres te dice, pero sonríe, saluda odiosa, quisiera ser esa silla para agarrarte…..Mami to” eso e tuyo….Sácale Cedula…. Con el lema “No es piropo, es acoso” se lanzó la campaña “Resetéate”, que busca eliminar la cultura machista en la República Dominicana.
Estas organizaciones, realizaron 352 encuestas, en 6 grupos focales y 5 entrevistas a profundidad en San Cristóbal, Santiago, Azua y Santo Domingo.
En una muestra de población joven con edades comprendidas entre los 15 y 25 años. Obteniendo como resultado una elevada prevalencia de normas sociales que pueden fomentar las diferentes formas de violencia contra las mujeres.
El 81% de los jóvenes creen que: “Las mujeres dicen no, pero en realidad es sí”, refiriéndose a que ante la negativa de sostener una relación sexual, la mujer solo busca llamar la atención del hombre y realmente desea que continúe la insistencia.
El 64% entiende que “Decir piropos y silbidos a una mujer en las calles es normal”, y el 85% de los hombres jóvenes, dicen que todas las mujeres deben ser madres”.
El estudio recomienda iniciar una transformación de las normas sociales, especialmente en hombres jóvenes, para lograr disminuir los abusos sexuales.
El acoso sexual en centros educativos, no es un tema nuevo, y desde varios años el Ministerio de la Mujer, realiza investigaciones.
Esta campaña surge a partir de un estudio realizado en ocho países de Latinoamérica con jóvenes entre 15 y 25 años que muestran conductas que sustentan la violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja y en su vida cotidiana.
Por: Catheryne Sánchez
