18 personas han sido capturadas por el caso. Riad dice que investigaciones aún están en proceso.
El gobierno de Arabia Saudí confirmó que después de las investigaciones preeliminares hechas esta semana, el periodista Jamal Khashoggi, desaparecido desde el 2 de octubre, efectivamente fue asesinado dentro del consulado saudí en Estambul tras una pelea.
«Las conversaciones entre Jamal Khashoggi y las personas con las que se entrevistó en el consulado del reino en Estambul… degeneraron en una pelea, que provocó su muerte», indicó la agencia oficial saudí SPA, citando a la Fiscalía.
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Esta confirmación se esperaba desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declarara el jueves a los medios que el reino probablemente aceptaría la culpa de la desaparición del escritor, un crítico del régimen del rey Salman bin Abdulaziz, y su hijo, el príncipe Mohammed bin Salman.
Enfrentado a la presión y las sanciones de la comunidad internacional, el rey Salman ordenó la formación de un comité ministerial, con el príncipe como jefe encargado, para reestructurar la agencia de inteligencia.
Según informó la Fiscalía General, 18 miembros han sido detenidos por el caso, entre ellos, altos mandos como el asesor de la corte real Saud Al-Qahtani y el subjefe de inteligencia Ahmed Asiri.
La desaparición y muerte de Jamal Khashoggi mientras cumplía un trámite en el consulado de Estambul (Turquía) ha trascendido las relaciones de esos dos países de Oriente Próximo.
Reino Unido, Francia, la ONU, la Unión Europea y el Senado estadounidense exigieron a Arabia Saudí esclarecer lo más pronto posible las circunstancias de la desaparición del periodista, y prometieron sanciones y bloqueos de no obtener respuestas.
Las autoridades turcas iniciaron una rápida investigación policial que filtró a la prensa varias pruebas de que Khashoggi habría sido secuestrado, torturado y descuartizado dentro del consulado, y que la evidencia habría sido borrada con «tóxicos» y «cosas que se eliminaron pintando encima» de las paredes.
Los responsables serían 15 hombres, identificados por Turquía como agentes de seguridad saudíes, que llegaron al consulado ese día, salieron de ahí en varias furgonetas, y regresaron a su país en aviones privados.
FUENTE: AFP
