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Asesinato de Emely trae a la memoria de la sociedad otros crímenes atroces

Hoy la sociedad Dominicana dice: «Todos somos Emely»

Santo Domingo RD.- Distintos episodios de horror han ocurrido en la República Dominicana, asesinatos que han llenado de luto a la nación, y han generado conmoción y movilización social reclamando justicia hasta para llegar a la verdad.

Hoy la sociedad Dominicana dice: «Todos somos Emely».

El macabro, frio y cruel asesinato de esta adolescente remueve la línea del tiempo y recuerda la nefasta mañana del 4 de mayo de 1996 día en que se descubrió uno de los crímenes más horrendos de la historia del país: El asesinato de un niño de 12 años, quien fue apuñalada 34 veces en su pequeño cuerpo. El homicida: su único primo hermano.

Se trata del asesinato de José Rafael Llenas Aybar, caso que conmocionó a nivel nacional e internacional por la monstruosidad del crimen y la frialdad que mostró el asesino Mario José Redondo Llenas y su cómplice Juan Manuel Moliné Rodríguez.

Vea también: Caso de Emely destapa el de otras jóvenes que también fueron asesinadas

El cadáver envuelto en cinta adhesiva, con las manos y pies atados, fue encontrado tirado en el arroyo Lebrón, en las proximidades del kilómetro 24 de la autopista Duarte.

Luego de cometer el homicidio, Redondo Llenas fingió preocupación por la desaparición de su primo y “ayudó” a los padres a buscarlo.

Ambos homicidas, fríamente y sin ningún remordimiento de conciencia, asistieron a la funeraria a acompañar a los padres del menor en su dolor. Luego de las investigaciones confesaron el hecho atroz.

Moliné Rodríguez salió en libertad el cinco de mayo del pasado año, tras cumplir 20 años de prisión, mientras que Redondo Llenas aun cumple una condena de 30 años.

El caso de Emely también revive la historia de Lohara Tavares Rosario, de 19 años, por tratarse de dos jóvenes de la misma provincia. Asesinadas circunstancia similares.
El 6 de noviembre del año 2009, Lohara fue encontrada muerta con signos de maltrato en la comunidad Las Cejas de San Francisco de Macorís. Su muerte, movilizó el sentimiento de la comunidad que reclamaba la aplicación de todo el peso de la ley para los responsables de su asesinato.

En este caso fue señalada como autora intelectual María Magdalena Marizan, madre de una amiga de Lohara. Actualmente Marizan cumple una condena de a 30 años de prisión.

Otro caso que consterno al país, fue la desaparición de la niña Carla Massiel, quien tenía nueve años de edad.

Desaparecida desde el 25 de junio de 2015, y tras más de un año de múltiples interrogantes y versiones, solo encontraron sus restos.

La niña desapareció tras salir de un culto cerca de su casa en Pedro Brand donde vivía junto a su madre, su hermana gemela y su padrastro.

La osamenta de la menor fue encontrada en La Cuaba en el kilómetro 23 de la autopista Duarte. Los investigadores pudieron llegar hasta allí, luego de que uno de los apresados por el caso confesara que la menor fue secuestrada para extraerle sus órganos sanos y venderlos a una clínica ubicada en Santo Domingo Este.

El pasado 24 de Julio del presente año se reportó la desaparición de Eddy Peña, un joven empresario de 34 años que se dedicaba a la venta de automóviles. El caso mantuvo en vilo a la familia y al país. Dos días después el joven fue encontrado con un disparo en la cabeza en San Cristóbal y el vehículo que utilizaba fue hallado quemado próximo al vertedero de Rafey, en Santiago.

Eddy fue raptado y asesinado. Según la Policía Nacional, el motivo: la venganza por parte de un ex empleado de su padre, que años antes mantuvo diferencias con el progenitor de la víctima, quien lo había acusado de robo.

El asesinato de Emily se suma a estos crímenes que parecen sacados de una película de terror donde la desfachatez, frialdad y crueldad de mentes macabras parece no tener límites.

Autor: Catheryne Sánchez

Más contenido por Redacción CDN

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